Tasmania: conociendo la isla en 5 días
Vamos a empezar diciendo que este post debería llamarse: “5 días en Tasmania aunque mejor si son 20”. Compramos unos billetes para ir a Tasmania sin pensarlo mucho porque estaban a 89 AUD ida y vuelta, calderilla en Australia, y aprovechamos a conocer unos de los sitios que más ganas teníamos de ir.
Tasmania es una isla situada al sur de Australia, que cuando la véis en el mapa pensáis: “bah, si es enana, eso en cinco días te lo haces”. Y cuando llegáis allí, comenzáis a conducir y disfrutar de todas esa naturaleza, lo primero que se os viene a la cabeza es: “pues a lo mejor vamos a necesitar unos cuantos días más”. No creemos que se tarde sólo unos días en conocer todo lo que la isla tiene que ofrecer, sino más bien meses, incluso algunos que les gusta disfrutar de los placeres con calma dirían años.
Como no teníamos tanto tiempo en aquel momento por cuestiones de trabajo, os dejamos una guía básica para hacer algunas de esas cosas que no pueden faltar en tu lista en 5 días.
TASMAN PENÍNSULA: Richmond, Tessellated Pavement, Devil’s Kitchen y Port Arthur
Día 1: Según llegamos, nuestro amigo Miguel, con hora de Queensland (es decir, tarde) vino a buscarnos al aeropuerto y nos fuimos a Tasman Peninsula, una zona que está unida a la isla solamente por un trozo de tierra de aproximadamente unos 200 metros de ancho y donde estaba ubicada la prisión más famosa de toda Australia, Port Arthur.
Por el camino paramos en Richmond, un pequeño pueblo en el que está el puente de piedra más antiguo de Australia, de 1823 ¡casi nada!. Pensábamos que íbamos a hacernos un par de fotos y seguir el camino y resulta que nos encantó el pueblecito y estuvimos allí más de dos horas.
Nada más llegar, aparece un echidna, un animal muuuuuy raro que camina como si estuviese en una pasarela. Es una especie de erizo grande, con boca de oso hormiguero, que a la vez es mamífero y pone huevos. Os dejamos una foto a bajo.
Además del puente (y del echidna) tiene un par de iglesias, una de ella la católica más antigua del país donde hay un cura con mucho sentido del humor a juzgar por los carteles que nos encontramos, como la oración en la que se pide por cosas así: “Dear Lord, lead us to inexpensive restaurants where the food is superb, the waitress friendly and the wine served complimentary (Señor, guíanos a restaurantes baratos, donde la comida sea increíble, el servicio amable y el vino gratis)”. Muy simpatico el reverendo del pueblo.
Sin embargo, lo más destacable no es nada de esto, sino el Pooseum. ¿Qué es? ¿podéis hacer un juego de palabras? ¿“Poo” + “museum”? Sí, efectivamente es un museo dedicado a la CACA, la caca de los animales, donde se exponen fotografías de animales defecando. Desde insectos hasta grandes mamíferos. Sin palabras, pero que dio para mucho cachondeo durante todo el viaje.
Ya llegando a Tasman Peninsula, justo antes de donde se une con la isla, está el Tessellated Pavement, una formación rocosa que durante miles de años el mar ha ido moldeando y que tiene forma de baldosas cuadradas. Cuanto más ha tocado el agua la piedra, más forma redondeada tiene y entonces, en vez de llamarlas baldosas, lo llaman hogazas de pan. Porque de verdad parecen hogazas de pan.
Un poco más adelante, se pueden observar otras formaciones rocosas de la naturaleza, como son Devil’s Kitchen, Tasman Arch y Blowhole. En todas ellas, el mar ha atravesado el acantilado y ha roto la roca dejando escarpados cortes en la tierra.
Al final del camino está Port Arthur, una de las prisiones más famosas del país, sino la más famosa, ya por ella pasaron más de 50000 prisioneros a lo largo de los años. La prisión está situada en la pequeña península, rodeada de agua y por lo tanto se consideraba “inescapable”, aunque por supuesto, había fugas.
Los que escapaban tenían que recorrer escarpadas, rocas y atravesar el agua, además de pasar la línea de fuego del equipo del alguacil y de sus perros medio hambrientos que colocaban en la playa y el río para perseguirlos.
Nosotros decidimos finalmente no entrar en la prisión, más que nada porque su precio nos pareció un poco exagerado (39 AUD) y además llegamos un poco tarde, pero el que quiera, es una gran experiencia y además también podéis hacerlo de noche, en lo que llaman el “tour de los fantasmas”.
Tessellated pavement – Tasmania Tessellated pavement – Tasmania Prisión Port Arthur – Tasmania Prisión Port Arthur – Tasmania Devil’s Kitchen -Tasmania Devil’s Kitchen -Tasmania
HOBART. Mercado de Salamanca y Mount Wellington
Día 2: Aficionados como somos a los free tour, no pudimos perdernos el de Hobart gracias a HFWT. Éramos un grupo de solo 10 personas y, al contrario que la mayoría de los que hemos hecho, que se centran en los edificios históricos, en este tour fuimos dando un paseo y repasando la historia a través de anécdotas y personajes.
Comenzamos en Davis Park, lo que fue le primer cementerio de la ciudad y bajo el que quedan cientos de cuerpos sin identificar y que más tarde se convirtió en el parque más importante de la ciudad. Seguimos por el barrio de Battery Point, el más caro en estos momentos, con casas vendidas por más de 1.2 millones de dólares, pasamos por el mercado de Salamanca, el más grande de su estilo del hemisferio sur (eso dicen) y llegamos al puerto.
Gracias a nuestro guía Allan, supimos que Hobart fue un puerto ballenero, donde las ballenas entraban hasta el río donde las cazaban y de las que salía todo el aceite con las que se encendían las calles más importantes del Reino Unido, ya que el aceite de ballena carece de olor al quemarlo y es muy apreciado.
También aprendimos que la zona de Salamanca, el cual es el barrio más antiguo, se llamó así después de que el Coronel Wellington ganara una batalla contra el ejército napoleónico en Salamanca, y que justo en ese momento se estuviese fundando la ciudad.
Después del paseo y de quemarnos como cangrejos, pudimos disfrutar de uno de los manjares de Tasmania, las ostras frescas. Deliciosas. Acompañadas de un fish and chips y una cervecita en un pequeño barco-restaurante del puerto.
Por la tarde subimos a Mt Wellington, o como la llaman los locales, La Montaña, ya que preside la ciudad desde cualquier ángulo y también les protege del viento y las tormentas en invierno. Nosotros subimos en coche, que se tarda aproximadamente unos 30 minutos, pero para los más aventureros se puede subir también andando, lo cual son 4 o 5 horas.
En la cima se puede disfrutar de las vistas de la ciudad y escalar un poquito por rocas muy grandes para sacar fotos, pero poco más la verdad.
Paseando por Hobart – Tasmania Paseando por Hobart – Tasmania Paseando por Hobart – Tasmania Paseando por Hobart – Tasmania Paseando por Hobart – Tasmania Mapa Abel Tasman – Hobart
MONA y EAST COAST: Wineglass Bay, Coles Bay
Día 3: Escuchamos tantas veces que teníamos que ir al MONA (Museum of Old and New Art) porque es indescriptible que Marta dejó a los dos «neardentales» en la cama y después en busca de una cerveza mientras ella buscaba el arte de entender el arte moderno, valga la redundancia.
David Walsh, un local de Hobart, comenzó a ganar dinero hace muchos años gracias al póker. Primero le echaron del casino de Tasmania, después de los de Australia y después fue viajando por el mundo amasando su fortuna. Cuando se dio cuenta que entendía muy bien el juego, creó “Pokerstars”, una página al parecer muy famosa y de la que Marta no tenía ni idea, y entonces fue cuando se hizo multimillonario.
Comenzó a comprar arte moderno por todo el mundo y a traerlo a su super casa de Hobart, pero llegó un momento en el que no le entraba, así que decidió crear un museo para que todos los que tenemos curiosidad podamos ir a mirar y a quedarnos con la boca abierta.
Está situado a las afueras de Hobart y se puede ir con tu coche tranquilamente y pagar los 28 AUD de entrada, o bien ir en un yate de lujo que os deja a la puerta por otros 22 AUD y os aseguran que la experiencia sea completamente alucinante desde el minuto uno.
El museo se construyó junto al agua, y gran parte está excavado en la roca. Por lo que la entrada ya os deja ojopláticos y después no podéis cerrar vuestras mandíbulas en toda la visita.
Algunas de las obras de arte que hay por allí son:
El hombre tatuado: Tim, cuyo apellido no sabemos, es un hombre que tiene un gran tatuaje en su espalda y que vendió su piel a un coleccionista de arte Europeo por 150.000 €, lo que significa que cuando muera, este señor que se ha gastado ese dinero será el propietario de su piel y podrá colgar el tatuaje como un cuadro. Totalmente horripilante aunque obviamente particular.
El coche gordo: un porsche carrera cuya carrocería “ha engordado” con poliespan y que representa eso de “mi coche es mejor que el tuyo, más grande, más rápido, consume más” y que simplemente hace que pensemos solo en nosotros mismos y no las personas a nuestro alrededor y mucho menos en cuidar el planeta que tenemos.
77 vaginas: sí sí, como lo leeis, eso sí, en yeso. 77 mujeres se prestaron a que el artista pudiese hacer de su vagina una obra de arte para que las mujeres aprecien que la diversidad está en todos los sitios y cada una tenemos nuestro propio valor, independientemente como seamos por dentro y por fuera.
La cloaca: sin duda, la joya de la corona. Una máquina de ingeniería que hace CACA. ¿qué les pasa con la caca en esta isla?. La máquina la alimentan dos veces al día con comida de la cafetería (yo he visto el proceso) y que a las 3 horas expulsa un perfecto zurullo, con su olor y todo.
Decidnos que estáis Marta y que merece la pena ver todo esto, y mucho más.
Al llegar completamente impresionada del MONA, Marta intentó compartirlo con Carlo y Miguel, pero es simplemente indescriptible.
Museo MONA – Tasmania Museo MONA – Tasmania Museo MONA – Tasmania Museo MONA – Tasmania Museo MONA – Tasmania Museo MONA – Tasmania
Continuamos visitando la isla y pusimos rumbo a la Great Eastern Drive, una carretera que va más o menos por la costa y que nos llevó hasta Coles Bay y Wineglass Bay, sin duda las playas más icónicas del pequeño estado.
Para poder ver Wineglass, hicimos una caminata de una hora y poco hasta la cima del mirador, lo malo es que pensábamos que era mucho más corto y nos fuimos sin agua, sin zapatos apropiados y en bañador. Después disfrutamos de una preciosa puesta de sol en Coles Bay mientras cenábamos lo que nuestro chófer Miguel-Uber Eats (:D) nos había comprado.
Esa noche dormimos en St Helens en un pequeño Motel llamado Anchor Wheel Motel recientemente reformado y que aconsejamos gratamente ya que es un sitio muy tranquilo y descansamos de verdad.
Coles Bay – Tasmania Wineglass Bay – Tasmania Canguros en Wineglass Bay – Tasmania Wineglass Bay – Tasmania
BAY OF FIRES, CHEESE FACTORY Y HALLS FALLS
Día 4: Tuvimos la mala suerte que el día que habíamos reservado para la playa amaneciese nublado, pero así pudimos dedicarlo a conocer un poquito más.
Bay of fires es la bahía más visitada de Tasmania, se extiende por 50 km desde Binalong hasta Eddystone Point y su nombre proviene de cuando llegaron los primeros colonos y se encontraron la playa llena de fuegos. Se caracteriza por tener rocas enormes que han cambiado parte de su color por color óxido debido a un líquen que existe en esa parte del mar y que le da unos colores espectaculares y con mucho contraste con el precioso mar turquesa de fondo y la fina arena blanca.
Bay of Fires – Tasmania Bay of Fires – Tasmania Bay of Fires – Tasmania Bay of Fires – Tasmania Bay of Fires – Tasmania Bay of Fires – Tasmania
Cambiamos de sector y nos fuimos a caminar en búsqueda de las modestas pero preciosas cataratas de Halls Falls, hasta donde hay que caminar aproximadamente unos 30 minutos y podéis ver la naturaleza en todo su esplendor, verde, lleno de helechos y eucaliptos altísimos y miles de otras plantas que no logramos identificar. Un paseo agradable donde os sentís solo en el mundo y podéis llegar a comprender cómo era la isla en su momento más virgen.
Pademelon – Tasmania Halls Falls – Tasmania Halls Falls – Tasmania Halls Falls- Tasmania Halls Falls- Tasmania
Para llenar un poco el estómago, nos acercamos hasta “The Cheese Factory”, la fábrica de quesos más grande la isla que ahora mismo es una cooperativa de casi todos los lecheros de Tasmania, donde pudimos probar varios quesos y gritarle a algunas vacas eso de: muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Esa noche llegamos a Launceston, segunda ciudad más grande del estado y muy parecida a Hobart, donde dormimos en Batman Fawkner Inn, en honor a Mr. Batman y Mr. Fawkner, las dos cabezas pensantes que idearon la ciudad de Melbourne y donde al parecer nació esa idea. Conserva ese espíritu antiguo de posada de ciudad, pero está completamente modernizada con una cocina y zonas comunes que harán las delicias de los backpackers.
CATARACT GORGE, VIÑEDO Y CHASCO DE LA LAVANDA
Día 5: La ciudad de Launceston tiene un parque natural a solo 30 minutos caminando de la ciudad (cuesta arriba, muy cuesta arriba) al que afortunadamente para nuestra piernas cansadas también se puede acceder en coche. El río Tamar crea un valle de unos y empieza donde la Cataract Gorge, por lo que se puede ver el río fluir hacia su destino final y unos de los puentes colgantes más no sé qué de Australia (ya hemos olvidado todos los “más algo” de este país), pero bonito de ver.
Cataract Gorge – Launceston Cataract Gorge – Launceston Cataract Gorge – Launceston
No podíamos irnos sin visitar un viñedo (más bien no podía irme) y busqué el que quedaba más apartado de la carretera, porque sí, ese fue el razonamiento.
El viñedo era “Holm Oak Vineyards” y se caracteriza porque los barriles donde hacen el vino son de encina (Oak) y que le da al vino un sabor muy especial. No sabemos exactamente cuántos vinos probamos, pero fueron alrededor de 12 y había algunos muy interesantes, incluido uno que olía a jalapeño. Nos compramos una deliciosa botella de Chardonnay para disfrutarla en nuestra terraza con una buena cena mientras dure el verano.
Finalmente, nos dirigimos a los campos de lavanda en Bridestowe, unos de los campos de lavanda privados más grandes del mundo (¿veis como siempre es lo más algo?), y al llegar nos llevamos la decepción de que habían recolectado toda la lavanda hacía menos de una semana.
Así que nosotros y otros 16876897398 chinos nos quedamos sin la foto de una campo infinito morado, aunque nos llevamos un hidratante jabón de lavanda y leche. Algo es algo.
Era hora de volver a la vida normal en Melbourne y nos dirigimos al aeropuerto, un viaje de más de 3 horas pero que se hizo muy ameno con la banda sonora del viaje “la NASA la NASA” que nos han enseñado Miguel y que hemos repetido hasta la saciedad.
Bridestowe Lavender – Tasmania Holm Aok Vineyards – Tasmania Holm Aok Vineyards – Tasmania Holm Aok Vineyards – Tasmania Holm Aok Vineyards – Tasmania Holm Aok Vineyards – Tasmania
Como siempre, gracias por leernos, y esperamos que algún día podáis recorrer Tasmania como nosotros y algunos de nuestros consejos os sirvan para vuestra ruta por Tasmania.
Un abrazo!!!!
Carmen
Como siempre…un placer leeros!! Saber de vosotros y de estas experiencias fantásticas a través del blog es como teneros un poquito más cerca. Os queremos!!