Viajando en pareja

Road Trip en Australia: Uluru – Kata-Tjuta

Road Trip en Australia: Uluru – Kata-Tjuta

¡Hola a todos! 

Seguimos con nuestro road trip por Australia y llegamos a uno de los momentos más importantes, el Uluru – KataTjuta National Park. Como os comentamos en el post anterior sobre nuestra primera parte del viaje, creemos y creemos que se merece un post por sí solo. 

El Uluru estaba en nuestra lista de cosas por hacer en la vida en el puesto número uno, por lo que era la parada más importante para nosotros de nuestro viaje. Cuando buscáis información de esta impresionante roca, veis muchísimas fotos y algunos comentarios, pero nada os prepara para ver algo tan espectacular. Eso ha sido algo que nos ha encantado, que pensábamos que llevábamos unas expectativas muy altas, y han sido superadas ampliamente.

Ahora os contamos por qué

Ayers Rock Resort

Primero de todo, nos encantó Yulara, o lo que es lo mismo, Ayers Rock. 

Ayers Rock resort es un complejo turístico, el único en el que te puedes quedar cuando vienes a ver el Uluru, ya que está a sólo 26 km del parque nacional y no hay punto más cercano. Dentro de éste, se pueden encontrar todo tipo de alojamientos, desde hoteles lujosos, pequeños apartamentos o una zona de camping. Esto era lo primero que no sabíamos. Todo está junto, pero a la vez, todo tiene su espacio. Es importante reservar con tiempo en todos ellos excepto en el camping. Os recordamos que la temporada alta aquí es su estación seca, desde Abril hasta Noviembre,  más o menos. 

Hay un supermercado, tiendas, galería de arte, piscina, restaurantes, cafeterías, gasolinera… todo lo que puedas necesitar (excepto un nuevo colchón hinchable, como pudimos comprobar). En lo que llaman Town Square, o la plaza del pueblo, también se encuentran casi todos los operadores de tours para visitar el parque nacional. Vuelos en helicóptero, tours en segway, un autobús hop-on hop off, tour con aborígenes, etc. Con precios para casi todos los bolsillos y para gusto de todos, hay más de 80 maneras de disfrutar del Uluru. 

Aparte de estos tour de pago, el propio resort tiene muchísimas actividades gratuitas semanales a las que te puedes unir. Por ejemplo, una demostración gastronómica aborigen, un taller de pintura impartido por una persona de la tribu Ananga, auténticos dueños del lugar, o un cuentacuentos para conocer las leyendas que lo rodean. 

Camping en Ayers Rock resort

Como nosotros estamos haciendo un viaje largo, por supuesto vamos con un presupuesto ajustado y acampamos con nuestra tienda de campaña allí donde podemos y si el tiempo nos lo permite. El camping es uno de los mejores en los que hemos estado hasta ahora. 

Los baños están muy limpios, la presión de las duchas es excelente, además de salir el agua muy caliente, lo que se agradece cuando por la noche hay 4 grados y quieres ir calentito a la “cama”. La zona de cocina y barbacoas al aire libre están muy bien cuidadas y los usuarios son muy respetuosos, por lo que todo está muy limpio, algo que es bastante complicado teniendo en cuenta que el polvo rojo de la tierra se cuela por cualquier esquina. 

Lo mejor son las zonas donde hacer un fuego de noche, en el que se juntan grupos de diferentes culturas y nacionalidades para compartir sus experiencias e impresiones de lo que nos lleva hasta allí, el Uluru. Nos quedó claro que absolutamente a nadie le deja indiferente. 

Uluru – Kata-Tjuta National Park

La historia

Un poquito de historia nunca viene mal, y aquí es mucho más que imprescindible para entender este conjunto de piedras, ya que hay que tener en cuenta que existen dos versiones. La que nos cuenta la cultura aborigen y la que nos cuenta el mundo occidental. Cada uno decide con cual quedarse. 

La tribu Ananga lleva en esta tierra más de 30000 años viviendo de lo que esta tierra árida les ofrece y rindiendo culto a esta enorme piedra en el medio de la planicie del desierto. 

Cuenta la leyenda que, cuando la tribu Mala de aborígenes llegó desde el oeste y encontró este monolito, quisieron rendirle homenaje y se prepararon para la ceremonia. Las mujeres recolectaron fruta y semillas e hicieron seed-cakes (tartas), los hombres salieron a cazar y los hechiceros prepararon sus palabras mágicas para el gran momento. Cuando ya estaban comenzando, llegaron varios guerreros Witaka para invitarles a su propia ceremonia, pero estos no quisieron ya que ya habían comenzado la suya y no podían interrumpirla. 

Los Witaka, contrariados y enfadados, invocaron a Kurpany, un gran perro malvado que viajó por la tierra y castigó a los Mala, matando a varios guerreros cuyas caras han quedado imprentas en una pared del Uluru y aún se pueden apreciar sus largas barbas blancas. Después de esto, los Mala continuaron su camino hacia el este. Ésta es una de las muchas historias que puedes aprender paseando por su base

En cuanto a la historia occidental, es mucho más una explicación cientifica, y, desde nuestro punto de vista, un poco más aburrida. Hace millones de años, toda esta parte de Australia estaba sumergida en un mar congelado, cubierto con montañas más altas que el himalaya. Al mismo tiempo que el mundo se iba descongelando y este continente se separaba de la antártica, los movimientos de tierra fueron allanando el paisaje, además de salir a la superficie, sin embargo, las placas tectónicas hicieron que parte de las cadenas rocosas debajo la llanura aparecieran y se convirtieran en lo que es hoy, el Uluru, Kata-Tjuta y Mt Conner. 

Como os decimos, cada uno se puede quedar con la explicación que más desee, pero si los dioses han movido culturas y generaciones durante miles de años, es en parte por las historias que tienen detrás, casi siempre intentando enseñar algo a los pobladores del mundo, en este caso, que es mejor terminar lo que has empezado. 

El Uluru

Siendo el top 1 de nuestra lista, entenderéis que ha sido un gran momento el ver por primera vez esta roca en medio del desierto y la llanura desde la distancia. Si llegas en coche desde el este, la  primera de estas formaciones que veras será Mt Conner, menos conocida, pero que ya nos impresionó. Sin embargo, nada, absolutamente nada, nos había preparado para ver el Uluru por primera vez. 

Lo primero que piensas es en lo increíblemente grande y majestuoso que es. Ya sabes que es grande, seguro que has leído cuando mide de alto, de ancho, su base… pero no lo entiendes hasta que estás allí. Los datos se hacen agua en tu cerebro y se te abre la boca en un gran “Wow”. Marta tiene una manera particular de decir “Wow” y se ha pasado diciéndolo cuatro días.

Lo mejor es que nosotros llegamos en uno de los mejore momentos, el atardecer. Fuimos directos a uno de los miradores, el que está en el centro del complejo y que tiene unas vistas magníficas del parque, y admiramos como el sol caía y el rojo sangre iba cambiando de color hasta un gris oscuro que se confundía con la noche. Que manera de llegar y que buen comienzo tuvimos. 

No llevábamos ni media hora cerca del hechizo cuando supimos que dos días no iban a ser suficientes para verlo todo. El amanecer no hizo sino confirmarlo. Probablemente el mejor madrugón que nos hayamos dado, aunque estuviésemos a 6 grados y fuésemos a verlo en pijama, con cara de sueño y mucho frío. 

Después de un breve desayuno, nos acercamos hasta los diferentes tour operadores y reservamos dos que eran muy especiales. El primero con Sounds of Silence, para ver el atardecer en un mirador cerca del Uluru con una copa de champán y canapés (95 AUD por persona) y ver la obra de arte Field of Lights. El segundo, un vuelo en avioneta (120 AUD por  persona, 24 min) con Ayers Rock Scenic Flights para ver el parque nacional desde arriba. 

Ya con todo planeado, nos dirigimos al parque nacional en coche. Como os hemos dicho más arriba, está muy cerca pero es necesario ir en algún tipo de vehículo. La entrada al parque tiene un precio de 25 AUD por persona y te permite entrar tres días consecutivos, se puede comprar al llegar desde el coche como un peaje o tienes también la opción online. Te entregan un sencillo mapa donde puedes ver explicadas las diferentes caminatas o instalaciones como fuentes o baños, importante para planear el día. 

Dejamos el coche uno de los parkings y decidimos hacer la vuelta completa a la base del Uluru caminando, 10.5km y unas tres horas. Recomendamos llevar algo de comer porque se hace un poco largo y ademas asi puedes parar y contemplarla desde otro punto de vista. 

Lo bonito de hacer este camino es darte cuenta que no es una roca homogénea, sino que va cambiando en su recorrido, en el que puedes altas  paredes escarpadas, otras zonas más expuestas al viento y donde se ve la erosión en forma de grandes agujeros, grietas, valles, paredes curvas…  algo que no se puede apreciar desde lejos y que la hace aún más especial. Para cada uno de estos rasgos característicos, hay una historia detrás. 

Otra de las cosas que más nos ha sorprendido es la cantidad de vegetación que hay,  árboles verdes y frondosos al lado de arbustos con hojas gruesas típicas del desierto. Pero por supuesto, el  precioso color rojo de la piedra, haciendo contraste con el azul despejado y claro del cielo, con la corteza negra de los árboles y sus hojas verdes. 

Seguramente hayas podido notar por nuestras palabras cuan especial es este lugar, pero quédate en silencio contemplando y siente la magia del lugar, lee los carteles que vas encontrando, sobre historias de dioses y humanos, peleas y reverencias y podrás sentir la magia a tu alrededor. 

Sin duda, los dos tour que contratamos valen cada céntimo de dólar que pagamos y no podemos estar más contentos de ahorrar en la parte de alojamiento para poder gastarlo en una experiencia tan increíble como ver el Uluru desde al aire,  en una avioneta que se mueve con el viento pero que olvidas una vez que quedas hipnotizado por la vista de esta roca, plantada por los dioses esta tierra tan plana y roja.

En cuanto a la cena con canapés y champán, se puede ver el atardecer, que, mientras se va poniendo oscuro, las luces de Field of Lights se van encendiendo poco a poco. Esta exposición imita a las flores, dándole a este desierto el color que le falta. Son 50000 luces led que van cambiando de color lentamente a tu alrededor y que te hace sentir las vibraciones del suelo bajo tus pies. Nuestra recomendación es que te olvides de los canapés (no valen para nada) y disfrutes de las vistas de esta experiencia única en la vida. 

Kata-Tjuta

La historia occidental del Kata-Tjuta es muy parecida a la del Uluru, habiendo emergido del océano hace millones de años y formando las diferente “cabezas”. 

A veces olvidada y siempre ciudadana de segunda clase compitiendo con el Uluru, nuestra opinión es que es aún más impresionante pasear por ella. No es que sea mas bonita, sino que, al tener una forma completamente diferente, puedes adentrarte en sus valles y de hecho andar sobre ella, haciéndolo una experiencia única. 

Siendo casi 200 metros más alta en su cima que el Uluru, eres una pequeña hormiga en sus calles, pidiendo permiso con cada paso y cuidando de no resbalar. Nosotros hicimos una ruta de 5.4 km hasta el mirador Karingana, que requiere bastante esfuerzo físico y no es apto para todos los públicos, pero que merece la pena cada gota de sudor y minuto de esfuerzo, ya que puedes admirar gran parte de su formación desde lo alto a la vez que te encuentras en un punto del valle. 

La vegetación es más intensa que en el Uluru y existen incluso pequeñas piscinas naturales (que no vimos) y ríos entre sus formaciones. 

Lo más impresionante son sus paredes altas y rojas, con regueros negros de las lluvias cayendo por la pendiente y haciéndote creer en las leyendas y sueños de su pueblo. 

La verdad que decidimos quedarnos un cuarto día porque el tercer dia sentiamos que no habiamos terminado con esta maravilla de la naturaleza y fue una decisión acertada, ya que sin duda ha sido la ruta que más nos ha gustado. Nos habría encantado hacer los 7.5 km que dan la vuelta a una de las rocas principales, pero no teníamos fuerzas después de dos días caminando. 

Por si no estáis convencidos de incluir el Uluru en vuestro Road Trip por Australia, os dejamos algunos datos y comentarios personales. 

¿Cómo contar todo esto resumido si ya nos faltan palabras? 

El Uluru – Kata-Tjuta National Park es uno de los parques nacionales más impresionantes del mundo y fue declarado patrimonio cultural y natural por la UNESCO en 1987 primero por su valor geológico y de nuevo en 1994 por su valor cultural. Actualmente recibe más de medio millón de visitas anuales de todas las partes del mundo. 

Su superficie completa es de 1326 km², dos veces mas grande que Perú, y aunque estuvieses aquí un mes te quedarían cosas por ver. 

Un dato interesante es que todas estas rocas forman parte de una misma superficie aún más grande que se encuentra bajo tierra y que los geólogos calculan que se adentra entre 3 y 6 km, por lo que lo que vemos es solo la punta del iceberg. 

El punto más alto del Uluru supera a la Torre Eiffel en París o el edificio Chrysler de Nueva York

Cuando visitar el Uluru – Kata-Tjuta National Park

Nosotros la hemos visitado en invierno que tiene algunas ventajas como: 

–    hay menos moscas (muy importante),

–    se pueden hacer rutas durante el día completo ya que no hace mucho calor, hemos estado a un máximo de 24 grados

–    el amanecer no es muy pronto por lo que no tienes que darte un madrugón extremo (salía el sol a las 7.20)

Os contamos las desventajas, que también las  tiene:

–    si te quedas en camping,  hace un frío que pela, ven bien abrigado

–    Hay menos horas de luz para disfrutar, el parque abre a las 6.30 de la mañana y cierra a las 7.30 de la tarde, mientras que en verano abre una hora más pronto y cierra dos horas mas tarde

–    Es temporada alta por lo que los precios son más altos

–    Es más difícil reservar un tour de un día para otro porque es temporada alta

Esperamos que si algun día hacéis un road trip como este por Australia y llegáis al centro rojo o The Red Centre, lo disfruteis tanto como nosotros y que encontréis la antigua la magia de Uluru – Kata-Tjuta National park.

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