Viajando en pareja

Viaje de 10 dias en Bali

Viaje de 10 dias en Bali

Cada vez más se buscan sitios lejanos o diferentes para visitar. Viajar es más barato que antes y hay más ofertas que en el pasado. Lo único que hay que hacer es buscar es la excusa perfecta para irse, pero hay que planeralo antes.

En nuestro caso, fue para celebrar que habíamos terminado nuestros 88 días de trabajos regionales en Australia, para así poder quedarnos un año más en este increible país. Después de casi 6 meses en tierras australes (a mediados de marzo), conseguimos un vuelo barato desde Cairns para irnos de viaje 10 días a la increíble isla de Bali, en Indonesia.

En este post os vamos contando nuestro viaje de 10 días a Bali y, como siempre, os aconsejamos sitios donde ir, tanto sea de playa, comida o de simple visita ya que tiene, por ejemplo, templos hinduistas muy bonitos. Así tendréis unas buenas ideas para planear vuestro viaje.

Información sobre la isla de Bali

La isla, con 140 km de ancho y 90 km de largo, tiene más de tres millones de habitantes, por lo que el caos está asegurado, pero dentro de este caos, se pueden encontrar oasis de paz y tranquilidad, y ésta es la principal razón de su popularidad.

Además, cuenta con una mayoría de la población hinduista, al contrario que el resto del país, donde el 95% de la población es musulmana. Sus creencias y su estilo de vida son una atracción para los turistas y para los extranjeros que establecen su residencia en este pequeño paraíso tropical.

La moneda en Indonesia es la rupia.

1 dólar australiano = 10000 rp – 1 euro = 17000 rp

Zona sur de la isla de Bali

4 noches en Canggu

Llegamos a las 12 y media de la noche. Por miedo a que no hubiese nadie esperándonos para hacer el check-in en el hotel, habíamos reservado un taxi privado. 300000 rp = 30 AUD. Al salir de la zona de las maletas, lo primero que vimos fue decenas de carteles con nombres y pensamos, ¿cómo vamos a encontrar el nuestro? pero allí estaba, CARLO BUA, el primero que vimos.

Llegamos a nuestro apartamento, AYU GUEST HOUSE 2, entre la población de Canggu y Semianyak. Una habitación muy nueva con piscina privada y cocina abierta a la piscina. Primer acierto en Bali, súper aconsejado para vosotros.

Día 1/2: Canggu, visitar la zona y Echo Beach

Al despertarnos en lo que consideraríamos el primer día, lo primero fue cambiar dinero y desayunar. Después de llegar a esas horas estábamos hambrientos pero primero necesitábamos rupias indonesias. Cambiamos 200 dólares, y ¡éramos millonarios! ¡cuánto billete! El billete más alto es de 100000 rupias, unos 10 dólares, y hay hasta 1000 rupias, 10 centavos de dólar.

Desayunamos en Strawberry Fields, un local decorado tipo vintage y con precios muy poco Balineses, pero recargamos energías y nos tomamos nuestro primer y delicioso zumo natural de las vacaciones. (2 personas = 290000 rp). Puede que un poco caro por ser Bali, pero había que comer algo, para sitios más baratos teníamos tiempo a lo largo de los siguientes días, y así fue.

Ya con el estómago lleno y dinero en el bolsillo, alquilamos una scooter en nuestro hotel-apartamento, porque era el sitio más barato que encontramos (50000 rp/día) y comenzamos a conocer los alrededores y el pueblo de Canggu. Otro consejo: básicamente todos los alojamientos donde os vais a hospedar tienen servicio de alquiler de scooter, y este precio es muy bueno.

Canggu son tres calles muy largas que no están conectadas entre sí. Hay algunas pequeñas calles, más bien atajos, que pueden llevaros de una a otra, pero que si no las conocéis, perdéis más tiempo que recorriéndolas arriba y abajo.

Llegamos a la playa de Echo Beach, llena de surferos y de pequeños chiringuitos, todos muy pegados entre ellos, donde nos relajamos y nos tomamos un par de cervezas entre baño y baño. Además, nos dimos un paseo por la playa y pudimos ver algunos de los templos, uno de ellos en primera línea de playa. Hay templos por todos los lados, imposible que no los veáis.

Buscamos un restaurante donde comer, rico y económico, y encontramos Anita’s Warung, con una cocina mezcla balinesa, javanesa e… ¡italiana! resulta que está casada con un italiano y entre el típico nasi goreng y el aya goreng podías encontrar lasaña y berenjena a la parmesana, con añadido de sabores indonesios.

Por supuesto nos decidimos por cocina balinesa, probamos el clásico Nasi Goreng, arroz frito con verduras y un huevo muy frito encima, Kari Ayam, pollo guisado con arroz y verduras y Sayur Kuning, verduras en sopa un poco picante. Delicioso. Otro acierto, os lo recomendamos.

Precio = 155000 rp por los dos con bebidas. Bastante barato.

Por la tarde dimos una vuelta con la moto por las diferentes calles de Canggu, ya que al día siguiente era el Nyepi, su particular celebración del año nuevo. Tenían figuras de dioses de cartón piedra, parecidas a las de las fallas pero menos elaboradas, por todas las calles y frente a los templos más grandes. Además, la mayoría de los balineses iban vestidos con el traje tradicional para acudir a rezar ya que para entrar en el nuevo año acuden al templo a purificarse.

Al final de la noche, hacen bailes y un pequeño desfile meneando las figuras (la mayoría acaban rotas) y comienza el Nyepi, el día del silencio. Durante 24 horas está prohibido salir a la calle, las cadenas de tv y radio no emiten, la conexión a Internet se corta, el aeropuerto está cerrado y por supuesto todos los comercios también. El objetivo es la meditación y la purificación para comenzar el nuevo año lo mejor posible.

Una bonita tradición, siempre y cuando no seas turista, puesto que pierdes un maravilloso día de tus vacaciones encerrado en el hotel. Nosotros compramos comida para llevar en el restaurante Temu Resto, uno de los pocos que seguía abierto a las 7 de la tarde, y así poder calentarla en nuestra pequeña cocina y poder disfrutar de nuestra piscina privada. Al final pudimos disfrutar del día relajandonos.

La noche antes del Nyepi teníamos la confianza de que, al cerrar todo durante 24 horas, los restaurantes abrirían hasta tarde. Pero todo lo contrario, solo encontramos un par de restaurantes italianos y no nos quedó otra que cenar una pizza en Rústica, un restaurante italiano con horno de piedra y una pizza muy rica. 

Día 3: Kuta – Bingin Beach y Uluwatu Temple

Decidimos pasar nuestro tercer día en la isla en la zona sur, donde las playas son de arena blanca y los atardeceres espectaculares.

Nos dirigimos a Kuta, donde nos encontramos con un pequeño festival de la canción junto con un mercadillo bastante amplio donde pusimos a prueba nuestras dotes de regateo y comenzamos a comprar algunas de las cosas tan bonitas que venden en Bali. Se puede encontrar principalmente ropa, pero también accesorios o cuadros y pinturas.

Con un poco de regateo, conseguímos comprar varias prendas por menos de 50000 rp cada una. Los vendedores del mercadillo, viendo que sois extranjeros, van a empezar con precios altos, ya serán vuestras dotes de regateo que os harán llevar ropa y cosas a buenos precios.

Además, había muchos chiringuitos de playa muy baratos para comer y donde degustamos de nuevo el clásico nasi goreng (es como la tortilla de patata en España, estaba en todos los sitios) y zumos tropicales en un pequeño restaurante que se llamaba BOGAPANTE, un nombre muy gracioso y curioso. Pagamos unas 90000 rp por los dos. 

Teníamos una misión muy importante y era encontrar un barco que nos llevara al día siguiente a Gili Islands. Se pueden encontrar pequeños puestos de tours por la isla y de ferrys por todas las calles, y es obligatorio regatear o acabarás pagando un precio totalmente injustificado, ya que comienzan con 1.100.000 rp por persona ida/vuelta. Después de mucho regatear y hablar como con 10 personas, conseguimos pagar 850000 rp por los dos (ida/vuelta) con recogida en nuestro hotel y transporte hasta Ubud, nuestro último destino después de volver de las Gili. La compañía era Putri Island. Creemos que hicimos un buen negocio, ya que el precio fijo comprándolo en Gili Islands es de 2500000 – 3000000 dependiendo del destino final.

Seguimos ruta hacia el sur y llegamos a la playa de Bingin Beach ya que hay un mercado de comida allí al lado, pero al ser domingo, estaba completamente cerrado. Dicen que merece la pena ir a dar una vuelta ya que es el mercado local. 

Pasamos un par de horas en la playa tomando el sol y dándonos un buen baño para refrescarnos. Es una playa muy tranquila, con un oleaje mínimo perfecto para hacer paddle board y tirarse en la orilla a descansar. Además, hay varios restaurantes – chiringuitos con especialidad de pescado a la brasa.

Para terminar el día, llegamos hasta el templo de Uluwatu. Este templo está en lo alto de un acantilado, dentro de un amplio recinto con una pequeña muralla dando al mar y ofrece uno de los atardeceres más increíbles que hemos visto en nuestras vidas. Con un color rojo intenso, el templo en lo alto con su pequeña sombra y el tranquilo oleaje como fondo de todo. ESPECTACULAR. La visita es obligatoria en vuestro viaje de 10 días a Bali.

No nos olvidamos de los monos en el templo, que te pueden jugar una mala pasada, como muy bien sabe Carlo, ya que le robaron la gorra :D, aunque finalmente pudo recuperarla gracias a la ayuda de uno de los guardias, pero completamente chupada por el mini mono, ¡así que directa a la lavadora!

Fue un día muy largo y lo único que nos quedaba era una buena cena, vimos docenas de pequeños warungs en la carretera, con precios muy muy baratos y al final nos decidimos por uno que tenía muy buena pinta y unas sillas muy graciosas, ¡eran manos de madera! El restaurante se llamaba Tarunyan y nos trataron como reyes.

Gustavi y su familia abrieron el local hace unos ocho meses y estaban muy agradecidos de que hubiésemos parado allí. Comimos un pato al curry delicioso y una ensalada con salsa tailandesa para contrarrestar un poco el picante. Pagamos 120000 rp con un par de cervezas, así que muy económico.

3 días en las Gili Islands

Día 4/5/6: Gili Meno

Después de un buen desayuno en The Spicy Coconut y de aceptar que íbamos a gastar más en desayunos que en el resto del día, nos dimos un último baño en nuestra piscinita antes de que nuestro mini bus viniese a buscarnos. Dijeron que pasarían a buscarnos a las 10 y pasaron casi a las 11. Hay que tomarse con calma lo de las horas en Bali, como en el caribe.

El ferry sale de Padangbai, en el lado este de la Isla, y el viaje hasta allí es más de una hora y media. Al llegar, esperamos otra hora hasta que el ferry estuvo listo y pudimos salir. Llegamos a Gili Trawangan a las cuatro de la tarde y el último barco público a Gili Meno ya había salido, así que no nos quedó otra que contratar a un local con su barquita para que nos cruzara a la otra isla, que podíamos ver perfectamente, pero a la que obviamente no podíamos ir nadando por las maletas.

Le pagamos al chico 150000 por 3 minutos de trayecto… no nos quedaba otra, una timada. Nuestro consejo es que intentéis contratar el servicio de ferry que sale pronto por la mañana desde Bali, para así llegar a tiempo para coger el último barco público una vez lleguéis a Trawangan.

En Gili reservamos una pequeña cabaña en Les Villa Ottalia, también con piscina privada, dentro de un pequeño resort en medio de la isla. Estar en el medio no fue para nada un problema, ya que la isla tiene 750 m de ancho y 1,5 km de largo, así que en 10 minutos estábamos en la playa principal y podíamos pasear por la isla.

Las Gili pertenecen a la provincia de Lombok, una isla del tamaño más o menos como Bali cuya silueta se ve perfectamente desde Gili. Se caracterizan por no tener vehículos a motor y seguir usando burros y caballos para mover todo: personas, comida, herramientas… Un lugar de tranquilidad dentro del cuarto país más poblado del mundo.

Nosotros elegimos Gili Meno porque es la más tranquila de todas a excepción de los gallos cantando desde las cinco de la mañana hasta mediodía. Apenas tiene unos 15 restaurantes y los turistas que llegan hasta allí tienen la intención de descansar durante la noche y aprovechar el día para hacer deportes acuáticos, como snorkeling (pagamos 230000 rp los dos) o buceo.

El coral se encuentra a escasos 20 metros de la playa por lo que solo tienes que ponerte las gafas y ponerte a nadar para ver una gran cantidad de peces de colores. Para poder ver más variedad, escogimos hacer un pequeño tour de tres horas, de las cuales estuvimos unas dos y media en el agua, y donde vimos todo tipo de peces, corales, estatuas debajo del agua y una increíble tortuga que estuvo con nosotros unos preciosos cinco minutos.

En Gili Meno fuimos a uno de los mejores warung del viaje, que además era baratísimo. Se llama Pak Man warung, y al dueño le llaman Mr. PakMan. Probamos pinchos de gambas (sin pelar) con salsa de curry, noodles fritos con vegetales, urap-urap con pollo (coco rallado con verduras y pollo), noodles con pulpo y calamares, y el postre favorito de Carlo, plátano frito.

Fuimos allí dos noches, porque queríamos probar más cosas de lo impresionados que quedamos. Pagamos 95000 la primera vez y 110000 rp la segunda, en total por los dos. Hay que tener en cuenta que, como Gili pertenece a Lombok y es mayoría musulmana, es más complicado encontrar cerveza, por lo que nuestras bebidas fueron refrescos, zumos naturales y té helado.

Día 7: Gili Trawangan y vuelta a Bali

El último día en las Gili lo pasamos en Gili Trawangan, la más grande y la isla “fiestera”, llena de restaurantes, hoteles, warungs, apartamentos, hostels, tiendas, mercados… completamente diferente a “nuestra” isla. El barco de GM a GT cuesta 35000 rp/persona y solo hay dos al día, por lo que cogimos el primero y así conocíamos la otra isla y veíamos las diferencias. Pasamos la mañana tranquilamente en la playa y comimos en uno de los múltiples warung de allí, Warung Sassak, 95000 rp/los dos.

Hemos tenido mucha suerte con el tiempo a pesar de que es temporada de lluvias y solo nos hemos mojado un par de veces. A la vuelta de Gili a Bali fue una de ellas, pero como estábamos refugiados en el barco, tampoco nos importó mucho, aunque el oleaje movía bastante el ferry.

Al salir del ferry, fue uno de los momentos más agobiantes e impactantes del viaje, ya que había como 50 personas gritando a los pasajeros que si necesitaban taxi, intentando engañarnos y timando todo lo posible. En el precio que se paga al contratar el servicio de recogida en Bali, ferry de ida y de vuelta y regreso al hotel siguiente de Bali, está incluido el transporte hasta el destino final, pero te dicen que el minibus va lleno, que ellos te llevan en la mitad de tiempo, que ellos tienen a/c…¡ni caso! Nosotros fuimos solos en nuestro transporte y no tardamos más de hora y cuarto.

El minibus nos dejó en el centro de Ubud y de ahí tuvimos que conseguir un taxi hasta nuestro apartamento, que resulta que estaba a 5 km y que por supuesto nos querían timar. Finalmente encontramos a un hombre bastante honesto que por 70000 rp nos dejó con algún que otro problemilla para encontrar el alojamiento sanos y salvos.

Resulta que nos nos esperaban, que nuestra habitación estaba dentro de un templo familiar y que ellos no sabían que llegábamos (en quel momento eran “novatos” en booking.com), así que nos limpiaron y prepararon nuestra habitación lo mejor posible teniendo en cuenta las circunstancias mientras nos bebíamos el mejor té de nuestras vidas, el cuál hace la misma anfitriona mezclándolo con jegibre. DE-LI-CIO-SO. Podéis ver nuestra habitación en Kencana House Ubud, para que os hagáis una idea de cómo era.

Al estar dentro de un templo privado, nos trataron como parte de la familia y se ocuparon de nosotros hasta mínimo detalle, nos llevaron a un restaurante en sus motos la primera noche y nos dieron cientos de recomendaciones sobre lo que visitar dentro de la zona. Y si lo necesitas, Arik, el dueño, también es conductor privado, por lo que te puede llevar al aeropuerto o puedes contratarle durante un día entero para tener chófer propio.

Nosotros consideramos que la mejor manera de moverte en la isla es la moto, ya que os evita los atascos y podéis ir por carreteras más pequeñas, pero siempre está bien tener una segunda opción para aquellos que no quieren o no pueden conducir.

3 días en Ubud y el noreste de Bali

Día 8: Ubud, Art Market y Monkey Forest

La manana siguiente, decidimos dar un paseo por la ciudad y encontrar un buen sitio para desayunar. Después de unos huevos energizantes con bacon y zumo de piña  en Tutmak (mmmmmmmm), nos sentíamos con fuerzas para adentrarnos en el Art Market, el mejor mercadillo que hemos visto en la isla.

Se puede encontrar de todo: tallas de madera, ropa, calzado, espejos, bolsos, joyas, muebles… MARTA LO QUERÍA TODO. Hay que ser muy duro para negociar un buen precio, están acostumbrados a regatear a diario con personas de todo el mundo, y te dan precios desorbitados. Rebajamos casi todo lo que compramos un 70-80% del precio original.

Por la tarde visitamos la “atracción” mas famosa de Ubud, el Monkey Forest, con un precio de 25000 rp/persona. Es una visita muy tipica en un viaje de 10 días a Bali. Es un bosque tropical en medio de la ciudad, con cascadas, ríos, templos… y por supuesto, monos por todas partes. Pequeños, diminutos, grandes, en pareja, con mala leche, tímidos, durmientes… y sobre todo, espabilados.

Cuidado con los robos, les encantan las bolsas y las botella de plástico, ¡a Marta casi le robaron dos a la vez! El Monkey Forest merece la pena no solo por los monos, sino por lo increíble que es ver un bosque como este en medio de una ciudad, parece que te has escapado a la montaña y estás en medio de la naturaleza.

En el bosque hay siete grupos de monos que van ganando el territorio poco a poco y si visitáis el templo hoy y dentro de una semana, puede que no sea el mismo grupo. Los monos no se van a la ciudad porque saben que en la fioresta les dan de comer tres veces al día. Comen todo tipo de frutas: cocos, plátanos, sandías… Los machos viven unos quince años y las hembras unos veinte, y los pequeños están con sus madres hasta los 10-12 meses que se independizan. Toda esta información cortesía de uno de los trabajadores del bosque.

El paseo nos había dado hambre y decidimos hacer una comida-cena en el warung Mangga Madu, recomendación del blog unaideaunviaje.com y de nuestra buena amiga Pajarona, donde podéis encontrar cientos de consejos para conocer mejor indonesia. En Mangga Madu probamos dos platos que nos encantaron, sobre todo el atún con verduras y chili, picante, cómo no.

Día 9: Campos de Arroz de Tegalagang y Holy Spring Water Temple

Nos levantamos pronto, nos montamos en la moto y nos dirigimos a Tegalagang, una zona llena de terrazas de cultivos de arroz que se pierden en la vista. El verde es tan intenso y brillante que es casi imposible captarlo con la cámara y es mejor guardar el recuerdo. La visita no es más que observar el paisaje y a los lugareños trabajar la tierra, pero merece la pena.

Nos perdimos un poco por la carretera buscando nuevos paisajes y encontramos una escuela-taller increíble de tallas de madera. Tenían tallas de tres metros de alto, las cuales se tarda un año completo en realizar entre tres personas y que pueden tener un valor de 45000-50000 euros en el mercado, impresionantes.

De camino al Templo “Holy Spring Temple”, encontramos el warung más barato de nuestro viaje. Dos platos de noodles con verduras y tres bebidas, 25000 rp. Lo que significa que comimos por ¡2,50 dólares australianos los dos! Os dejamos la foto con los precios para que veáis que no mentimos.

La visita a “Holy Spring Temple” merece la pena si vas en modo espiritual, ya que es un templo donde van los creyentes a “tomar las aguas” para purificarse, los extranjeros o los que profesan otra fe están invitados a hacer lo mismo gracias a varios guías que puedes encontrar allí. Nosotros no lo sabíamos y no llevamos nuestros propios sarongs, por lo que no podíamos mojarlos para entrar en el agua.

Aunque parezca increíble, aún nos dio tiempo a darnos un buen masaje balinés en la ciudad, para terminar el viaje relajados y probar algo tan típico en Indonesia. NO, no tiene final feliz. Pagamos 70000 rp por el masaje más otras 100000 por manicura y pedicura para mí. Una tarde relajada y diferente. Hay muchísimos sitios donde darse un masaje o un tratamiento estetico en Bali, por lo que es facil también negociar el precio.

Como era nuestro último día, salimos a celebrarlo y darnos el único capricho del viaje en Manisan, un restaurante muy elegante en Ubud que pertenece al Hotel Alaya, rodeado de pequeños campos de arroz y donde se pueden encontrar platos tradicionales de alta cocina. Cenamos de maravilla aunque nos faltó el vino, ya que en este sitio es más caro que en otros y tampoco nos íbamos a pasar demasiado del low cost.

Día 10: último día. Paseo por Ubud y última visita al Art Market

Nuestro último día nos levantamos un poco vagos y en vez de ir a las cascadas que habíamos planeado, vagabundeamos por el centro e intentamos comprar más cosas en el Art Market, pero se ve que, al igual que nosotros, también estaban vagos y no querían regatear, así que nos fuimos sin nada.

Después de recoger nuestras maletas de nuestra habitación y de despedirnos de Arik, Meti y su familia, volvimos al mercado y esta vez sí encontramos lo que nos faltaba para completar lo que nos queríamos llevar. Así que otro consejo: mejor ir a los art markets al final del día, será más facil regatear y comprar a buen precio.

Nuestro viaje casi se había acabado, el viaje de Ubud al aeropuerto en minibus con la empresa Perama, por 60000 rp por persona, duró dos horas. ¡OJO! son 37 km de camino. Desesperante el tráfico en la capital de la isla. Aún así, llegamos con más de cinco horas de antelación al aeropuerto, que dedicamos a ver las dos tiendas que hay antes de facturar y a cenar. Poco más podíamos hacer.

Recomendamos llegar con tiempo al aeropuerto, al menos tres horas, ya que hay que pasar dos controles de seguridad y uno de pasaporte. En total tardamos más de hora y media en hacer los controles, más los 30 minutos de cola para hacer el check-in. Ya sabéis, ármaos de paciencia y a esperar. Una vez pasáis el control de pasaporte hay más tiendas y restaurantes, por si queréis dar una vuelta.

Este viaje ha sido una experiencia increíble para los dos y, estamos seguros, lo va a ser para cualquiera de vosotros. Se descubre una nueva forma de vivir, la paz dentro del caos. Como dice Carlo, a pesar de la cantidad de tráfico que hay, todos van con el “flow”, que os podéis dejar llevar y no sientes peligro.

La regla es que no hay reglas, y una vez que lo entendáis seréis unos más. Los sabores y los olores son algo que no habíamos probado más allá del típico restaurante asiático y la amabilidad de (algunas) las personas es increíble. Les encanta contaros todo lo que saben, y así es cómo hemos descubierto algunas de las cosas más interesantes.

Si este post os ha animado a organizar vuestro viaje a Bali y, además, queréis conocer otras islas de Indonesia, os dejamos nuestro post sobre Lombok.

Como siempre, ¡gracias a todos por leernos!

Nuestro top 6 de platos Balineses, ¿por qué 6? porque no podemos elegir 5

1 – Urap – Urap chicken. Coco rallado con verduras y pollo.
2 – Pincho de Gambas con curry
3 – Atún con verduras y chili
4 – Banana y piña frita
5 – Mie Ayam Bakso. Noodles en sopa con verduras.
5 – Wontong pasta con queso

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2 comentarios

  1. Nuria

    Espectacular viaje. A todo lector de este blog le dan ganas de hacer la maleta y volar hasta allí! Aunque claro, cerca no está! Me ha encantado todo lo que habeia visto, oido, comido, bebido, experimentado y sentido. Ojalá algún día pueda ir. Un abrazo!

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