Bienvenida Brisbnane!

Y por fin, ¡Brisbane! Sí, porque se hizo esperar la primera capital de un estado Australiano para que pudiéramos vivir en ella. Como ya habréis intuido en las publicaciones anteriores, los planes que se hacen en la tierra austral casi nunca salen como se espera, y sobre todo no todos salen en los tiempos que se creía al comienzo.

Así que, pues, el mejor plan para Australia, ¡es no tener planes! Sentimos haber tardado mucho tiempo en poner otro post, pero desde que hemos llegado a la capital de Queensland, no hemos parado, pero ya vais a leer el porqué.

De hecho, el plan inicial, después de los trabajos de granjas y hostelería, era mudarnos a Melbourne, ¿que nos ha pasado? Pues, que cuando te acostumbras al clima cálido del norte de Queensland, lo último que quieres es mudarte en invierno al sur, donde las temperaturas no son tan frías como en nuestros pueblos, pero tampoco son las del sur de España.

Así que aquí va nuestro primer consejo de este post: no tengáis cambios repentinos de temperaturas, podráis quedaros helado a ciertas latitudes, aunque la verdad que no hace tanto frío en el sur a finales de otoño.

Bajando de Cairns a Gold Coast

El viaje desde Cairns fue rápido, pero antes de mudarnos y buscar piso en Brisbane, teníamos que ir a pasar unos días en casa de la tía de Carlo, en Ocean Grove, donde habíamos dejado en Octubre nuestras maletas con ropa de invierno, ropa que al final no vamos a usar durante mucho tiempo gracias al clima primaveral del que disfrutamos en esta ciudad.

Finalmente, Marta alargó su estancia en Cairns unas semanas más debido a los juegos de la Commonwealth que se celebraban al sur de Queensland pero que algunos deportes tenían sede en la ciudad y por lo tanto una gran repercusión en la hostelería y en su bolsillo. Mientras tanto, Carlo trabajó un poco más en diferentes granjas en la zona de Ayr, el que ya consideramos “nuestro pueblo” australiano.

Para terminar nuestras vivencias en Far North Queensland, algo así como el lejano Oeste de aquí, Carlo llegó a Cairns con sus maletas y unos cuantos kilos de limas recogidas en su última granja, para despedirnos de la zona. Pasamos un par de días más en Cairns, con excursión a Fitzroy Island incluida, y después de rumbo a la Gold Coast para quedarnos en un apartamento de Airbnb durante 3 días y quedar con otra Marta en Surfers Paradise.

El viaje de Cairns a Gold Coast lo hicimos bastante rápido, 1700 km en tres días, parando en Bowen y Gladstone para descansar. Como ya conocíamos la carretera y la costa, no quisimos entretenernos y preferimos pasar unos día de descanso en Surfers.

Los 3 días en la Gold Coast fueron interesantes, la verdad es que también esta vez fue muy bonito estar en esta zona se Queensland. Descansamos, dimos vueltas por la playa, incluso cogimos unas bicis para ir al suburbio cercano de Southport para que Carlo hiciera una visita a su antigua escuela de Inglés, Browns.

También hicimos lo poco turístico que hay en la ciudad, que es subir al último piso del Q1, el que fue el edificio residencial más alto del Mundo cuando se terminó de construir, que ahora se llama Q-Deck, y cuyo precio ha subido tan rápido como su ascensor a la cima, ya que hace 8 años, cuando Carlo subió por primera vez costaba 8 dólares, y ahora, 25 dólares.

No creemos que merezca la pena pagarlo, pero nos sentíamos un poco ricos y no queríamos desperdiciar la oportunidad. Las vistas desde arriba son increíbles, pudiendo ver toda la costa hasta el aeropuerto de Coolangatta y el resto de la ciudad con sus barrios y el río entre medias.

Viaje rápido a Melbourne

Ahora bien, después de cruzar casi medio Queensland y “descansar activamente” en la “Goldy”, tocaba coger avión para bajar a Melbourne y refrescarse un poco. La opción de vuelo que escogimos fue la de volar desde la Gold Coast (Coolangatta Airport, a dos horas escasas de Brisbane) y aterrizar en Avalon, este último es un aeropuerto que dista media horita de Melbourne, el trayecto es más barato que ir al aeropuerto principal de Melbourne, y si queréis ir a hacer la Great Ocean Road, o un road trip a Adelaide, es la mejor opción: más barato y sin tener que comerte el tráfico de la capital de Victoria, y obviamente podéis alquilar coches y furgonetas en el aeropuerto.

Después de pasar 4 días en Ocean Grove, hacer una visita a la tía “Filo”, quedar con otros tíos de la familia de Carlo, comer más fish’n’chips (en Victoria es delicioso) y comprar a precio de rebajas en la fábrica de Quiksilver de Torquay, que es el pueblo donde se fundó la marca a final de los años 60, y pasar un día increíble en St Kilda con nuestra amiga Mili, por fin volamos de vuelta a la Gold Coast con nuestras maletas grandes, cogimos el coche y nos fuimos a Brisbane.

Comienzos en Brisbane

Y aquí está, por fin, una capital de estado australiana donde vivir, o por lo menos ver lo que ofrece ciudad grande después de vivir en el remoto norte.

Encontrar piso puede ser complicado, hay muchos tipos de viviendas y pisos en edificios de 5, 6 o hasta 20 plantas. El tipo de casa más clásico es la Queenslander, y en los suburbios se encuentran más antiguas y más modernas, pero todas con su toque típico arquitectónico.

Cuanto más cerca del CBD os queráis quedar a vivir, menos Queenslander encontraréis, mientras que cogerán más protagonismo los edificios modernos. Estos edificios modernos, son más o menos todos iguales, con amplios ventanales, balcones, zona de barbacoas en el “rooftop” y, en muchos casos, hasta piscinas donde descansar a gusto en estas cálidas jornadas de invierno en sur de Queensland.

Los alquileres no son tan altos como se podría pensar, sobre todo pensando en las facilidades que ofrecen los edificios y los modernos que son. En nuestro caso, después de pasar dos semanas buscando piso (mientras tanto estuvimos en dos Airb’n’b muy economicos y cómodos), decidimos quedarnos a vivir en un piso en el barrio de Newstead, compartiendolo con una chica de Brisbane, ella con su habitación y su baño, y nosotros también con nuestra habitación y baño “en-suite”, todo muy cómodo, a muy buen precio, y con dos zonas de barbacoas en la terraza común del edificio.

El barrio de Newstead es una zona muy cómoda para lo que se refiere a la hora de ir al centro (el CBD), ya que con el bus 60 se tardan menos de 15 minutos en llegar a la zona más céntrica de la capital del Queensland, recorriendo poco más de 2 kilómetros. Además, se pueden encontrar supermercados, restaurantes de todo tipo, zonas de ocio y el río está a lado de casa.

En cuanto al turismo, se puede visitar la ciudad de varias formas. Lo bueno de este tipo ciudades que tienen río, es que aparte de visitarla andando (el centro histórico se puede recorrer en menos 3 horas), otra opción muy popular es la coger el ferry. De hecho, en la zona del CBD, el ferry se puede coger gratis, e ir a los barrios adyacentes al lado sur del río en pocos minutos.

¿Y los free tours, como los de Melbourne y Sydney? Pues, no hemos encontrado de momento la misma asociación que en la dos grandes metrópolis, pero sí hay tour gratis de la ciudad, y los gestiona directamente el city council, a través de voluntarios (mayoritariamente jubilados), que os llevan por las calles más emblemáticas del centro durante 3 horas. Para poder hacerlo, debéis poneros en contacto directamente con la oficina de turismo por teléfono y reservar, ya que solamente hay un grupo diario de unas 10 o 12 personas.

Al comienzo del post hemos puesto que no hemos parado desde que hemos llegado ya que entre lo de buscar piso y trabajos, la mudanza a una ciudad después de la vida en el norte del estado ha sido llena de cosas por hacer.

Una vez que tuvimos la mudanza hecha, la siguiente prioridad fue buscar trabajo en el barrio para no tener que tirar de la hucha, mientras que seguíamos buscando trabajos compatibles con nuestras experiencias en Europa. En seguida el sector hostelero y el de la construcción nos echaron una mano para que empezáramos con buen pié en el barrio.

En solo un par de días Marta consiguió dos puestos en dos sitios distintos, mientras que a Carlo le contrataron por una agencia especializada en el sector de la construcción, para que trabajara como asistente en obras civiles en la zona sur de Brisbane, donde este tipo de mercado está, literalmente, explotando.

Los trabajos de oficina se hicieron desear, pero, por lo menos, Carlo tenía los fines de semanas libres y flexibilidad máxima y, aunque Marta trabajara sábados y domingos, podía cogerse días libres entre semana por si queriamos ir de excursión.

De hecho, un lunes nos fuimos a la Gold Coast para ver las ballenas, que desde Junio hasta Septiembre van migrando hacia la Great Barrier Reef, y en Noviembre regresan al Mar de Tasmania, y en la GC pasan a lado de la costa (más o menos a 8 millas náuticas ya se pueden ver)!

Sin embargo el primer intento no fue el mejor, solo vimos tres ballenas un poco tímidas salir rápidamente a respirar y luego volver a bajar, sin hacer sus famosas piruetas, pero ha sido emocionante de todas formas.

La razón de ver las ballenas no fue otra que ¡el 31 cumpleaños de Carlo! porque sí, sigue pasando el tiempo y cumplimos años. Pudimos celebrarlo tranquilamente en un delicioso restaurante japonés del barrio y con el maravilloso día junto a las tímidas ballenas.

¿Y la gente? Pues en los trabajos y por la calles la gente es muy amigable, cosa muy típica de Queensland donde se saluda a todos los desconocidos. Será por el clima cálido durante todo el año, o por el estilo de vida nada estresado, pero los de Brissy pasan mucho tiempo al aire libre y en bares/restaurantes, aunque hay que decir que muchas tiendas (a parte los supermercados y los grandes almacenes) cierran sobre las 6 de la tarde, mientras que en Melbourne y Sydney estiran el cierre hasta las 8.

Básicamente, en cuanto se va el sol, los locales quedan a cenar en los sitios más trendy del momento y luego se van a la cama pronto. Obviamente, no podía faltar conocer a españoles e italianos, estamos en todas partes, como siempre.

Así que, pues, aquí mencionamos a nuestros queridos Arturo y Dana, que conocimos nada más llegar a la ciudad visitando su piso (¡suerte con los trabajos para el segundo visado!), Joanna, Miguel, y unos chicos italianos que trabajan como camareros y cocineros en un restaurante auténtico italiano (Francesco, Colomba, Mariano, Andrea, Riccardo, justo para citar algunos) que se llama Tocco Italiano.

Como actividad de sábado por la mañana os aconsejamos ir al mercado de West End en Davies Park a hacer la compra de frutas y verduras a buen precio.

En otro post, Brisbane y alrededores, os contamos mas sobre esta ciudad y que hacer en las zonas cercanas. Como siempre, ¡gracias por leernos!