Road trip Australia: Pilbara y Coral Coast

En nuestro road trip por Western Australia no podían faltar las regiones de Pilbara y Coral Coast, ya sabéis que antes hemos hecho toda la zona de Kimberleys. En este post os queremos contar nuestras experiencias y también os daremos consejos sobre las actividades que se pueden hacer en estas dos zonas, ya que hay muchísimas.

Road Trip Western Australia – PILBARA

Os hemos contado en el post anterior que la región de Kimberley es enorme, y Pilbara lo es todavía más, ya que se extiende por un área de 502.000 km cuadrados. También esta zona alberga diferentes tipos de flora y fauna, y los paisajes varían según se vaya bajando la costa o se decida viajar hacia el interior.

Eighty Mile Beach. 

Dejando Broome, nuestra siguiente parada fue en Eighty Mile Beach. A pesar de lo que su nombre indica, esta zona del país goza de una playa ininterrumpida de 140 millas (más o menos 220 km), aunque los puntos de entrada hacia la playa son muy pocos. Nosotros nos quedamos a dormir en un camping junto a la roadhouse del “pueblo”, para la mañana siguiente llegar a la “zona principal” de la playa donde se puede encontrar otro camping muy famoso de la zona, Eighty Mile Beach Caravan Park, que justo da al mar pero un poco más caro

Es necesario tener un coche 4×4 para llegar a la playa, ya que el camino es de tierra, pero sobre todo porque se puede conducir por la arena de la propia playa para que encuentres el punto que más te gusta. Si bien es verdad que nada superará nunca a carretera de Bungle Bungles. 

Lo más típico que se suele hacer en esta aquí es pescar. Vimos fácilmente más de 200 personas con sus cañas en el intento de conseguir una buena pieza para la barbacoa del medio día. Nosotros no teníamos nada de equipamiento para esta actividad, por lo que nos dimos un paseo recolectando conchas y buscando en el horizonte delfines o ballenas, de hecho tuvimos suerte y pudios avistar 4 de estos grandes cetáceos ya que se trataba de periodo de migración. 

Cada vez que tenemos la suerte de poder ver, aunque sea desde lejos, ballenas que saltan del agua, es algo que nos deja asombrados.

Karijini National Park.

A media tarde ya estábamos poniendo rumbo hacia el sur, nos esperaba un parque natural muy famoso de Pilbara, el de Karijini. Lo impresionante de esta zona es que se calcula que tiene 2 mil millones de años, tiempo en el cual su territorio se ha moldeado según la fuerza de la naturaleza. 

Para llegar hasta allí, tuvimos que  conducir por carreteras sí muy bien asfaltadas y anchas, pero con la compañía de los camiones más grandes jamás vistos, los autotrenes: unas bestias con motores que pueden llevar hasta 6 trailers y medir hasta 60 metros de longitud. Con camiones tan largos que adelantar, hay que tomar muchas más precauciones de lo normal, y no se encuentran muchos tramos de carretera de dos carriles por sentido de marcha. 

Esta es una de las muchas razones por las cuales conducir en Australia es mucho más complejo que en Europa, y también porqué es mejor no conducir de noche. Por eso, nos tomamos nuestro tiempo y condujimos hasta casi la entrada del parque, un poco antes del anochecer, para la mañana siguiente poder ir al punto de información de Karijini National Park y comprar nuestro pase para los parques nacionales del estado (Western Australia National Park Pass).

Sobre los pases de los parques nacionales tenemos que comentaros algunas cosas, para que vuestro roadtrip en Western Australia fluya sin imprevistos y podáis entrar a los que más os interesen, o para comprar más pases si el que ya tenéis no es válido para el parque que vayáis a visitar. En la web (en inglés) podéis encontrar y comprar con antelación los pases para la duración que queráis. En nuestro caso, lo cojímos para 14 días ya que sabíamos que no íbamos a necesitar para más tiempo, y nos costó 40 dólares, pero hay también de 28 días (60 dólares) y hasta el año entero. En verdad los parques son más de 100, por lo que si tenéis tiempo y queréis verlos todos, puede que necesitéis el de 12 meses, que cuesta 120 dólares. 

Pero cuidado, el National Park Pass no es válido para todos los parques que veáis en el mapa: hay muchos parques que están gestionados por otras entidades (mayoritariamente privadas) que necesitan de otro pago.

Volviendo a Karijini, una vez comprado el pase para los parques nacionales, teníamos que hacernos con un sitio donde poder acampar. La regla, en los parques del estado, es que se reserve la plaza antes de ir al camping, y así hicimos para el de Dales Gorge. Y tuvimos suerte, para esa noche quedaban pocos sitios disponibles. Nada más llegar montamos nuestra querida tienda y nos fuimos a hacer una caminata de 3 horas, andando entre acantilados, piscinas naturales y la orilla del río Dales que ha ido moldeando el territorio durante estos 2 mil millones de años y que nos dejó disfrutar de este maravilloso rincón de la naturaleza, con rocas rojas escarpadas y formando diferentes capas que le da un aspecto precioso.  Las piscinas naturales son las de Circular Pool, Fortescue Falls y Fern Pool.

Nos dimos un refrescante baño en Circular Pool, la menos visitada por la distancia, y también la más fría, ¡nos comentaron que el agua estaba a 5 grados! No sabemos si estaba tan fría, pero desde luego que se notaba en todos los huesos. 

Se hizo de noche y había que descansar, pero al plan le faltaba un sitio más con vistas increíbles, antes de seguir nuestro Roadtrip por Pilbara y volver a la costa. Por lo que de buena hora, a la mañana siguiente, pusimos el gps con destino Hamersley Gorge. Desde el camping de Dales Gorge se tarda 1 hora y 45 minutos. 

Al llegar, hay que bajar un pequeño acantilado que enseguida te deja en la cascada y subsecuente río de Hamersley Gorge. Y allí es donde nos quedamos con sentimientos encontrados, y la razón es muy sencilla: no es lo que nos esperábamos al 100%. En los tiempos actuales con redes sociales e internet lleno de información, es fácil encontrar fotos y descripción de sitios rápidamente y, al mismo tiempo, irse a visitar sitios con muchas expectativas.

Podéis hacer la prueba vosotros mismos buscando en Google el nombre del parque, veréis una foto de una cascada impresionante, pero en este caso los profesionales que habían sacado fotos de la cascada de Hamersley, habían hecho un trabajo sensacional, haciendo parecer el Gorge enorme y mastodóntico. Nada más lejos de la realidad, ya que la cascada no es más de 2 metros. Eso sí, para ser sinceros, nos ha gustado muchísimo de todas formas, ya que el sitio es muy bonito.

Por lo tanto, después de darnos un buen baño en la “piscinita” de la cascada y sacarnos fotos, había que poner un nuevo destino en el gps para seguir nuestro roadtrip por Western Ausralia dejando atrás Pilbara y llegar a la Coral Coast. 

Road trip Western Australia – Coral Coast

El camino pero presentaba sus peculiaridades, como el paisaje casi enteramente compuesto por minas de mineral de hierro (Iron Ore) y carreteras sin asfaltar. 

La mayoría de la zona entre Karijini y la Coral Coast es famosa por sus pueblos cuyos habitantes se dedican a trabajar en la industria minera, y ha sido un área muy “fértil” en estas últimas décadas ya que se ha empezado a extraer este mineral en épocas recientes (años 60). El centro urbano más importante es Tom Price, cuya mina abrió en 1966, 6 años después de que el pueblo fuera fundado. 

A los pocos kilómetros del salir de Tom Price, el asfalto cede el paso a carreteras rojas de tierra y piedras, donde los percances a los coches son algo más que probable. De hecho nos cruzamos con una pareja de españoles, tambíen de roadtrip como nosotros, que acababan de sufrir una rotura en su 4×4. Por suerte, se habían cruzado con uno de los cientos de camiones que transportan hierro en la zona, quien pudo llamar a un mecánico de una mina cercana para que viniese a rescatarles y, posiblemente, arreglarles el coche.

Al final de los casi 200 km de carretera sin asfaltar nos estaba esperando el pueblo más popular de esta zona, Exmouth. 

Exmouth. 

En la punta extrema de la península de Ningaloo Reef, con playas de arena blanca y corales a los pocos metro de la orilla, Exmouth es el típico pueblo dedicado 100% al turismo. Es famoso porque desde su puerto salen excursiones que te llevan a poder nadar con los tiburones ballenas, los peces más grande del mundo, y en este área del Índico es muy común verlos cuando es temporada de migración y aparejamiento, es decir, de Abril a Julio, aunque hasta mediados de agosto puede que tengas suerte y veas unos cuantos que vayan con retraso con respecto a sus compañeros de viaje. 

Por lo tanto, ya que nosotros hemos estado en Septiembre, no ha sido posible gozar de esta experiencia. Ojalá en un futuro podamos volver, ya que es uno de los pocos sitios donde este tipo de excursión se hace de manera ética, es decir, sin darles de comer y dejando así que la naturaleza siga su curso, con nosotros los humanos simplemente observándolos.

En Exmouth hay 4 tour operators que te llevan a nadar con los tiburones ballenas:

–    Exmouth Dive & Whalesharks Ningaloo;

–    Ningaloo Whalesharks Swim;

–    Three Islands Whale Shark Dive;

–    Ningaloo Discovery Whale Shark Tours.

Los precios suelen variar entre los 395 y los 415 dólares (270/290 euros), e incluyen excursión de 8 horas con café, té, agua, comida y un mínimo de 2 inmersiones con estas criaturas tan particulares. Entendemos que pueda ser un poco caro, aún así se trataría de una experiencia única en la vida.

Por otro lado, que sea por no poder estar en el periodo en el cual los “whalesharks” estan presentes en Ningaloo como en nuestro caso, o por no poder/querer gastar tanto dinero, obviamente hay otras opciones de coste (casi) zero que permiten disfrutar de los días en Exmouth a tope.

Si ya tenéis el pase de los parques nacionales de Western Australia, podéis conducir hasta Cape Range National Park, en la zona oeste de Ningaloo Reef y a 90 kilómetros de Exmouth, y caminar en Yardee Creek encontrandóos con wallabies, o hacer snorkeling en Lakeside, Turquoise Bay y Oyster Stacks, donde a los pocos metros de entrar al agua, podréis ver tortugas, muchos tipos de corales y peces (si no tenéis máscara y aletas, se pueden alquilar por 10 dólares al día). Es todo una auteńtica pasada y está a tiro de piedra, nosotros pudimos ver dos tortugas a los pocos minutos de meternos al agua, ¡no lo podíamos creer!

Por la noche, dependiendo del día de la semana, suele haber promociones en uno de los pubs o restaurantes del pueblo. Nosotros, una de las noches, fuimos a cenar a Froth. En un principio el plan era cenar una hamburguesa, tomar una buena birra artesanal local y poco más, pero la velada nos tenía reservada una sorpresa: 4 músicos se habían juntado sin saberlo (iban a ser solo 2 pero luego se unieron 2 más) para tocar en el pub. 

Uno con guitarra (el cantante), uno con didjeridoo, uno con un mix de flautas milenarias, y otro también con una flauta muy rara cambiando a la pandereta según la melodía, dieron vida a un concierto instrumental que nunca habíamos visto antes en nuestras vidas. Fue el delirio para todos, comensales y baristas, artistas y camareros, todos bailando y pasándoselo a lo grande, pidiendo la última hasta en 3 ocasiones (y con éxito). Una auténtica locura.

Coral Bay.

No obstante, la Coral Coast acababa de empezar y había que seguir hacia el sur, hacía Coral Bay. El estilo de pueblo es más o menos igual al de Exmouth, quizas más pequeño pero con la misma dedicación que su amigo norteño en cuanto a turismo ético y responsable hacia las criaturas del mar. 

Desde aquí se puede subir en barco hacia el norte para los tiburones ballenas, o tener otros tipos de encuentros con lo que se considera uno de lo peces más inteligentes del mundo, la manta raya.

Nosotros pasamos la primera tarde haciendo un poco de snorkeling en la playa, encontrándonos con peces variopintos y corales enormes, pero en este pueblo, para ver lo realmente asombroso, tuvimos que esperar hasta la mañana siguiente, cuando salimos de excursión con Ningaloo Reef Dive & Snorkel para tener varias inmersiones y quedarnos boquiabiertos con tortugas, corales de mil colores, peces de quien sabe cuantos tipos, tiburones de arrecife y, lo más especial, las increíbles mantas rayas.

El coste fue de 155 dólares por persona e incluyó café, té, agua, comida y 5 inmersiones en total, además vino con nosotros un biólogo marino que se dedica también a la fotografía submarina que nos hizo un book de fotos para todos de altísima calidad, y por un extra de dinero muy económico. El equipo nos dió charlas sobre las mantas y cómo comportarnos durantes las inmersiones con ellas. Poder nadar a su lado fue algo realmente impresionante, ya pueden llegar a medir 4 metros de ancho y se mueven de manera muy sinuosa y tranquila.

No pudimos nadar con tiburones ballena en Exmouth, pero las mantas rayas se quedan seguramente muy cerca cuando se busca una experiencia de inmersión distinta. De hecho, el biólogo nos contó que una de las que vimos estaba embarazada, pero en la naturaleza no se ha visto todavía una hembra dar a luz, por lo que en pocos días se hubiese podido dar la circunstancia de asistir a un evento más único que raro de la naturaleza, lo que también hace entender lo que hay descubrir y estudiar sobre ciertos habitantes del mar.

Shark Bay.

La siguiente etapa de nuestro road trip por Western Australia era Shark Bay. En un roadtrip de Pilbara y Coral Coast es punto de interés de 5 estrellas, aunque necesita de varios días y nosotros íbamos un poco cortos de tiempo, ya que habíamos estado más de lo planeado en Uluru, como os contamos en este post

Shark Bay se sitúa a 5 horas de coche más al sur de Coral Bay, en una península que fue descubierta en 1801 por François Peron, naturalista y zoólogo, y el navegador Nicholas Baudin por esta tierras. Aparte de ser casa de muchos tiburones, como su propio nombre indica, en el área se pueden encontrar Shell Beach, una playa totalmente cubierta de conchas (y hablamos de kilómetros), Monkey Mia, famosa por sus delfines que (aunque de manera inducida) se acercan a su playa para que los turistas les den de comer, y el mismo Cape Peron, donde las playas turquesas junto a los acantilados rojos son impactantes. También en este último caso, se necesita un 4×4 macizo, para que o seas uno de los muchos que se quede atrapado en la arena de camino al norte de la península.

Nosotros, aparte de Shell beach y Eagle Bluff (bahía famosa porque cerca de ella pueden llegar a pasar alrededor de 10000 Dugongs), hicimos una parte del complicado camino de arena (15 kilómetros), hasta llegar a Big Lagoon, otro sitio con vistas increíbles (y mucho, mucho viento), mientras que hasta el pico del cabo, debido a que nuestro coche era un poco bajo no fuimos, ya que unos locales nos habían aconsejado no arriesgar. No fuimos a Monkey Mia porque no nos pareció ético ver como se cambia el curso de la naturaleza dándole de comer a los delfines, además de que es un parque natural privado y había que pagar 15 dólares más por persona, ya que no pertenece a los parques del estado.

Geraldton.

Nuestro post sobre el roadtrip a través de Pilbara y la Coral Coast se termina con la ciudad de Geraldton. En sí misma, aunque tenga coral, no es algo que merezca la pena visitar obligatoriamente, aunque tenemos que comentar que el paisaje, al dejar Shark Bay y acercándonos cada kilómetro más a esta ciudad, cambia por completo, con el rojo y las dunas que dejan espacio a praderas verdes y amarillas y colinas donde se puede volver a ver ganadería y granjas.

Como punto de interés para acampar, nos gustaría recomendar Oakabella Homestead, donde aparte de poder acampar por un precio muy barato (9 dólares por persona), los dueños preparan scones (un bollo muy famoso en Reino Unido) que rellenan con crema o mermeladas, y tés muy ricos, aparte de tener cabritas y otros animales. Los momentos rurales no van a faltar nunca independientemente de la latitud.

Kalbarri National Park

Antes de dejar Coral Coast, nuestra última parada fue para ver una formación rocosa a la que se ha llamado “Nature’s Window”, ya que las rocas han formado un arco de piedra laminada que recrea una ventana desde la que se puede ver el sinuoso río entre los acantilados. 

Una parada interesante, si bien nos encontramos con cientos de moscas que hicieron la experiencia más molesta de lo normal y nos subimos corriendo al coche para librarnos de ellas. Una pena. 

En Kalbarri se puede visitar además uno de los lagos rosas que existen en el país. Suele estar bastante rosa, por lo que no decepciona, y es suficientemente grande como para apreciar el cambio de color con un lago que está justo al lado.

Western Australia todavía tiene muchos sitios por descubrir de road trip. En el próximo post, os contaremos sobre Perth y sus alrededores.

De momento, como siempre, muchas gracias por leernos.

Ciao!